sábado, 2 de julio de 2011

El Elegido



0_ Puede ser prematuro hablar de una tira que aún continúa, que no jugó todas sus piezas y que todavía corre peligro de doblar en la esquina equivocada y, como muchos culebrones argentinos, termine por ceder ante la tentación de falsos embarazos y villanos de caricatura, piezas neurales de los novelescos baratos. Pero El Elegido construyó una trama jugosa, que al día de hoy -2 de julio- es unas de las pocas ficciones argentinas sobre la que resulta apasionante discutir.

1_ Quise escribir una sinopsis de la serie pero cuesta, principalmente porque se hace difícil pintar ese mundo. Dar detalle de cómo se compone la novela es hilvanar decenas de historias en un párrafo aburrido, así que apenas diré que está Andrés -Echarri-, un abogado ambicioso que se casó con Verónica -Brédice-, y que ambos son padres de Alma -Maite Lanata-, una niña autista.
Andrés trabaja para Oscar Nevares Sosa -Cruz-, un abogado inescrupuloso padre de David, otro abogado preso de sus perversiones. Oscar lo lleva a Andrés por donde quiere, lejos de su familia y sus afectos. Todo es muy lindo hasta que llega Mariana –Krum-, hippie de treinta y largos que enamora que al protagonista. De ese modo, Andrés se da cuenta que vale más una mujer como compañera que “ser alguien” en su carrera profesional. Pero detrás de todo, hay una guerra fría entre dos facciones de un culto, y ambas pelearán por tener a Andrés entre sus filas.

2_ Verónica y Oscar: es importante destacar que el protagonista está CASADO con una mujer que no es ninguna villana, sino simplemente una persona enferma. Verónica vive dopada -su jugo favorito es naranja, mango y rivotril- y su vileza es producto de su psique atormentada. Ella no es “la mala” por capricho del guión, la maldad de Verónica nace de su incapacidad de ser madre y esposa. Eso permite que nos acerquemos a ese personaje de un modo distinto y que no lo vivamos necesariamente como el obstáculo que impide el amor Andrés/Mariana, sino como una mujer que por momentos se revela frágil, dolida. Luego de la Renata del Malparida, esta es la segunda vez que un villano de novela está encarado desde un lugar atípico. El que sí resulta ser el gran enemigo de la novela es Oscar, secundado por David, su primogénito. Padre e hijo parecen la versión pasada de rosca de Pinky y Cerebro, uno quiere conquistar el mundo y el otro, víctima de sus incapacidades, no para de ponerle palos en la rueda. La relación entre ambos está armada a base de vergüenzas, de secretos y de mentiras que siempre están por estallar. A David le da pudor reconocer que le gusta cogerse ¬(en esos términos, porque “hacer el amor” es cosa de putilines) hombres, y trata de ocultárselo –sin éxito- a su padre. Oscar dirige una fraternidad milenaria pero le cuesta oficializar la entrada de su hijo, lo hace, pero con preocupación. Ambos construyen un vínculo enfermo, basado en las ambiciones personales más que en el bien común. Y como villanos de historieta, su derrota está marcada por esa misma razón: porque no entienden que para triunfar necesitan trabajar juntos.


3_ Greta y Octavio: Vuelve la mentira, el esconderse detrás de un disfraz de abogado/a serio/a. Greta es lesbiana y lo oculta preocupada porque eso haga peligrar su carrera. Octavio es cocainómano, y lo oculta por el mismo motivo. Lo que no se termina de entender en ambos es por qué siguen en pareja. Greta está con Gigi, Gigi la vuelve loca (“quiero un hijo”, “me siento mal”, “¡¡¡Greta te extrañooooooooo!!!!”) pero ella la aguanta estoicamente, aunque la paciencia se agota. Octavio se divorcia de Érica, la insulta y no quiere encontrarse preso de ese matrimonio frio. Él quiere una familia y su mujer no lo entiende. El espectador debería simpatizar con Octavio, pero es imposible no conmoverse ante la triste realidad de su mujer, y comprender que aunque lo ame mal, su amor es honesto. No es odio, es un sentimiento deformado producto de un matrimonio gris. No es culpa ni de él ni de ella, es culpa de ambos.

4_ Alma y Logroñeses: ellos representan el bien (aunque Alma sea anagrama de “mala”), lo que es por encima de lo que debe ser. Alma es la hija de Andrés, y su autismo lejos de ser un impedimento es un don. La niña es incomparable, su condición le permite ordenar el tablero como nadie, le permite curar y ayudar a sus seres queridos. Andrés tiene por su hija un amor incondicional y ella se lo devuelve convirtiendo ese sentimiento en algo puro, y encausándo a su padre hacia labores positivas. Sin Alma, él estaría perdido en una ambición infinita. Su hija salvó la vida de su papá, le dio sentido y lo unió a Mariana. Andrés es el que juega con desventaja, y su hija es quien siempre le da el empujón para ponerlo en carrera. Con Logroñeses pasa algo similar, pero desde un lugar distinto. El líder de la facción más pura de la orden encuentra en Andrés a un futuro líder espiritual necesario para el mañana. Él le da al protagonista una razón por la cual vivir, y completa el trabajo que hace la hija del abogado. Donde Alma pone el corazón, Logroñeses el conocimiento, y solamente el trabajo de ambos en conjunto le permite al protagonista adquirir una nueva dimensión de la realidad, y trabajar para alcanzar un futuro mejor, que tiene que ver menos con ser buen abogado y más con ser un buen tipo.



5_ Andrés y Mariana: la historia de amor eje de la novela es rara por el simple hecho de que es totalmente secundaria a la trama. El objetivo de la novela no es ver juntos a estos amantes, nada de eso. Acá lo importante es el combate entre Logroñeses y Nevares Sosa, Andrés y Mariana simplemente son peones de esa lucha. Pero que estén o no juntos, no hace ni deshace la trama. Obviamente, todos queremos que estén juntos porque deseamos la felicidad de Andrés, y sólo es capaz de alcanzarla junto a ella, pero ciertamente la construcción de la parejita está muy por debajo del verdadero objetivo: detener a Oscar, a su hijo y a toda la mafia que maneja. Andrés y Mariana son el cebo, son las migas pavotas que dejaron los guionistas para que los espectadores encuentren una historia mucho más compleja, más apasionante y con mil vueltas. Hubo algunos que siguieron ese camino y entraron con entusiasmo al complejo mapa de personajes que es hoy El Elegido, pero hubo otros espectadores que huyeron hacia culebrones de cartulina que repiten fórmulas repetidas hasta el hartazgo. Mejor que esas series, El Elegido puso un especial interés en el amor expresado de mil formas distintas. Todos los vínculos entre los protagonistas están trazados por ese sentimiento: por el amor puro, el amor corrompido, el amor que avergüenza o el amor perdido. Como todas las novelas, el amor es la materia prima de la historia, pero es mérito de El Elegido ser, ante todo, una impresionante galería de amores imperfectos.


Algunos links y videos importantes:

1_ Aquí van a encontrar una lista con las canciones que se escucharon en la serie, prolijamente divididas por capítulo.

2_ El blog de Verónica: un espacio en el que Verónica San Martín comparte su amor por el arte.

3_ El blog de Mariana: el personaje interpretado por Paola Krum también tiene su espacio en la web. Hay videos interesantísimos (que a Mariana le guste Daniel Jonhston es una genialidad) y textos de grandes ensayistas como Susan Sontag.

4_ Un gran video: el spot de Andrés Bilbao en su campaña para llegar a la presidencia.




PD: Lo genial de ambos blogs y de este spot, es que son espacios utilizados para enriquecer la construcción de los personajes,como si fueran personas reales. Esta forma de romper la ficción para introducirla en la realidad es una idea innovadora. Y por todo esto es que realmente El Elegido es un paso hacia delante en la ficción Argentina.

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