viernes, 1 de julio de 2011

El arte del trabajo a contrarreloj



Flashforward, una historia en la que el protagonista principal es el elegido para resolver un problema mundial. Sin importar cuánto arriesgar, o qué perder, Mark Benford, agente del FBI, cumplirá ese rol. Eso, o morir en el intento.



Benford (Joseph Fiennes) se encuentra junto a su compañero coreano, Demetri Noh (John Cho), siguiendo ocultamente a tres sospechosos de terrorismo. Durante la persecución es cuando el mundo entero se detiene: todas las personas se desmayan, literalmente. No se discrimina sexo, religión, oficio… nada. Por supuesto, los que conducían medios de transportes y se encontraban circulando, fueron víctimas de accidentes de tránsito –los desmayos ocurrieron, pero las máquinas siguieron en funcionamiento- . Surfistas y nadadores, ahogados. All inclusive, la vida humana tuvo un paréntesis el 6 de octubre de 2009, durante 2 minutos y 17 segundos.

Al reunirse Benford y Noh con el resto de los federales, caen en la cuenta que, mientras sufrieron los desmayos, tuvieron una especie de “sueño”. Pero fue algo más vívido que eso, casi real, y todas las imágenes se referían a la noche del 29 de abril de 2010, exactamente seis meses a partir de esa fecha.

En su flashforward, Benford pudo ver que trabajaba directamente sobre los puntos vitales de una investigación que, casualmente, intenta desentrañar las operaciones de la organización que produjo ‘el apagón’.

Aquí es el momento de cargarse la responsabilidad sobre su espalda y crean una red social mundial llamada Mosaico, por lo que todas las personas del planeta comparten sus visiones y lo ayudarán en la búsqueda de pistas para su caso. Pero hay personas que no tuvieron visiones de su futuro –el caso más cercano es el del agente Noh- y llegan a la conclusión de que, lamentablemente, no llegarán vivos al día D. Y no todos los flashforward que llegan a manos de Benford son favorables ni lo impulsan en su búsqueda, como el de su pareja, Olivia, que vio su futuro compartiendo su cama con otro hombre, y el más frustrante de todos, el de su hija Charlie, quien tuvo la visión de dos agentes de la CIA: uno comunicándole a otro que el propio Benford estaba muerto.



La cuenta contrarreloj ya comenzó, el departamento antiterrorismo del FBI tendrá que apresurarse para dar con los culpables y así evitar un nuevo apagón. Benford tendrá que adelantarse a los hechos por un laberinto de engaños y corrupciones; el agente Noh deberá hacer lo propio para evitar su muerte, y toda la humanidad tendrá que confiar en ellos para que no vuelva a ocurrir otra catástrofe como la del 6 de octubre. Eso, o morir en el intento…

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